miércoles, 5 de noviembre de 2014

BIENVENIDOS!


Figura 1: Fotografía extraída de la web http://cursos.aiu.edu

Blog dedicado a exponer los trabajos realizados en clase de las asignaturas "Aprendizaje y enseñanza del Dibujo" y "Complementos para la Formación Disciplinaria del Dibujo".
Artículos, mapas conceptuales, resúmenes de opinión... toda la información dada en clase!




PREZI: CLIMBING AROUND THE WORLD

ARTÍCULO: A1.ORÍGENES DEL SISTEMA ESPAÑOL DE EDUCACIÓN EN ESPAÑA


Fig.: Mapa Conceptual




ARTÍCULO 
ORÍGENES DEL SISTEMA ESPAÑOL DE EDUCACIÓN EN ESPAÑA
1812-1874

En el análisis y estudio de esta etapa temprana de la educación, momento de consolidación y establecimiento de las bases de la actual situación educativa, es normal encontrar un periodo lleno de discontinuidad y confrontaciones.
Como primer concepto, es importante entender la situación política de este siglo, los principales puntales poderosos y las tendencias ciudadanas y culturales aparecidas.
En primer lugar los antecedentes, siempre influyentes en cualquier etapa histórica en modo de “background”, fueron los Ilustrados: un movimiento que determinó como principios de una sociedad desarrollada y capaz de afrontar futuros de cambio y evolución, la funcionalidad de la economía y el carácter social para un desarrollo del programa educativo, y estableció reformas para extender y mejorar la instrucción elemental junto con la creación de establecimientos docentes para difundir estas premisas (utilitarias).
En ese momento se formularon las bases de formación de un plan general de instrucción pública (Jovellanos 1809).
Así pues, con ésta base social-educativa donde se establecía la funcionalidad de la enseñanza para crear una sociedad preparada en los campos económicos y laborales, empezó una segunda etapa basada en el desarrollo de la nueva sociedad liberal.

Las Cortes de Cádiz (1812)  estuvieron determinadas por la creación de unos proyectos definitorios de educación, abordándolos como un problema nacional. Creían que la educación era la fuente de progreso destinada a la regeneración económica de la sociedad (base para conseguir la felicidad de los individuos) y el agente principal para la construcción del nuevo régimen. Unos principios utópicos por aquel entonces, cuando la Iglesia y los absolutistas siempre presentes e influyentes iban saltando al poder intermitentemente con ellos, los liberales.
Como coetáneos se establecieron los revolucionarios franceses liderados por Condorcet, promulgando sus ideas político-pedagógicas, una de las cuales era la importancia de la “difusión y democratización de la enseñanza, para contribuir a formar sujetos autónomos”( Cinco memorias sobre la instrucción pública y otros escritos 2001).
Posteriormente, en el año 1813, constituyeron el Informe Quintana, seguido por el dictamen del Decreto para el Arreglo General de la Enseñanza Pública 1814 y el Reglamento General de Instrucción Pública 1821, generando el Primer Corpus, estructura del sistema nacional de educación.
Estableció el sistema de enseñanza estatal pública uniforme y gratuita, conviviendo con la enseñanza privada, donde el gobierno intervenía para garantizar el respeto a los principios religiosos, monárquicos y constitucionales. También determinó el primer diseño de la organización del sistema escolar en 3 niveles (1a enseñanza/ 2a enseñanza / 3a enseñanza) donde se distribuía el aprendizaje de los niños siempre basado en la literatura – lengua, las matemáticas – cálculo y las máximas religiosas junto con la parte moral y el comportamiento cívico. Un currículo muy focalizado y controlado por la Iglesia, con el fin de hacer crecer una sociedad afín al sistema político y religioso dado por aquel entonces.
Título primero. Bases generales de la enseñanza pública
Art. 1. Toda enseñanza costeada por el Estado será pública.


Art. 2. La enseñanza pública será uniforme. 


[…]

Título II. División de la enseñanza
Art. 7. La enseñanza se divide en primera enseñanza, segunda y tercera.
                                   
Informe Quintana (1814)

Esta primera escolarización se focalizaba en la enseñanza del género masculino y mantenía las bases conservadoras aún ubicándose en un período de revolución liberal. Lo que establecía para las niñas, era una educación privada, es decir, accesible para muy pocos, que basaba su currículo en la enseñanza de la moralidad y la domesticidad, con prácticas a la lectura y escritura y las “labores de su sexo”.
En este momento, queda muy clara la participación de la Iglesia, y su influencia en todos los ámbitos, siempre consiguiendo el control de la educación y adoctrinación, aún siendo progresistas los pertenecientes al bando del poder político.
La burguesía también ejerció un papel importante en este establecimiento del nuevo sistema educativo, focalizando los estudios privados superiores de tercera enseñanza a sus propios fines para conseguir una segunda sociedad rica e formada, superior al pueblo.
A partir del 1824 aparecieron por años consecutivos distintos planes y reglamentos que centralizaban la educación a un sistema más absolutista. Tadeo Calomarde fue el impulsor con el Plan Literario de Estudios y Arreglo general de las Universidades del Reino, que centralizó la educación a favor de la política de control ideológico absoluto, determinado un sinfín de aspectos de la organización escolar, como los programas educativos, métodos, exámenes, calendarios, etc.
Posteriormente, en estos planes y nuevos reglamentos aparecidos, se entregó completamente la educación elemental a la Iglesia, volviendo a la mentalidad del Antiguo Régimen, ya más que pasada.

El 1833 hay una ciclo de ruptura con el Antiguo Régimen, aparecen alternativas políticas y se establece un período de equilibrio y combinación entre progresistas y moderados. Modernización de la economía, nuevas estructuras político-escolares… y se escribe un nuevo Plan de Instrucción pública inspirado por Quintana, que no es aceptado. Parece que el absolutismo y las doctrinas controladoras nada liberales aún sigue presente.

Por otro lado, se constituyen las Escuelas Normales, instituciones creadas para la formación profesional de los maestros, que incluye en el currículo dibujo lineal e historia natural, materias que no se habían valorado hasta entonces. Aún así, el acceso de los adultos a estas escuelas, estaba completamente determinado a su ideología, carácter moral, etc. con intención de conseguir una educación afín al poder político. También, a posteriori y por consiguiente, La ley Moyano de 1857 es un nuevo paso a una sociedad más liberal, la que promovió la aparición de la mujer en el ámbito del profesorado.
Pero no es hasta el Plan Pidal de 1845 que la Iglesia pierde el poder en la educación. Otro paso más a la educación liberal del pueblo, que se ve entorpecido por el concordato del Estado y la Santa Sede el año 1851, cuando ésta recibe la posibilidad de inspección de toda la enseñanza, entre otros aspectos.

Aún así, durante el bienio progresista de 1854-1856, tal y como hemos introducido en el párrafo anterior, La Ley Moyano (Ley de Instrucción Pública), hace una sintetización de todas las iniciativas educativas, estableciendo unos principios base que mejorarían toda la organización educativa. Puntos importantes son la gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza elemental y los niveles escolares que seguían una estructura que hacía una distinción entre los estudios generales y de aplicación (siempre a favor de tener una sociedad preparada para el mundo laboral).

La aparición del krausismo es el punto más importante de este establecimiento del sistema educativo. Un movimiento que promulga la libertad de cátedra, la indagación científica y unos valores éticos y pedagógicos que aún en día son vigentes: la tolerancia, regeneración social, etc.
Institución Libre de Enseñanza:
Bases de estas reformas son:
1ª Los alumnos no estudian asignaturas aisladas, sino que se dividen por secciones conforme el grado de desarrollo, y lo menos numerosos posible, para que el maestro pueda comunicar diariamente con todos sus discípulos y hacerles tomar parte activa en el trabajo.

Este análisis de la educación en el primer período de consolidación acaba en el Sexenio Revolucionario (1868-1874) cuando socialmente es la burguesía progresista quien controla el poder y la política educativa queda definida por las premisa del krausismo: libertad de expresión y de cátedra, libertad de creación de centros, abandono del centralismo y de la uniformidad, reforma universitaria, etc. Pero uno de los puntos más importantes es el de la enseñanza secundaria, ya no focalizada para los pudientes, sino pasa a ser una prolongación de la enseñanza elemental, lo que no se centra en aquellos alumnos que les espera un futuro universitario, sino que el currículo pasa a ser para todos “los ciudadanos ilustrados”.
Así, que estos últimos años, dejan el sistema educativo con una estructura sólida de organización, promulgando la libertad de enseñanza y extendiendo el segundo nivel a todos, dando también un nuevo enfoque universitario.
Un final próximo al inicio pero surgido por un sinfín de reformas, discontinuidades, cambios de enfoque y líneas de pensamiento, etc. que quedan reflejados en las estadísticas de escolarización, donde se analizan unos buenos inicios, con mucha implementación del sistema educativo y escolarización, que se ven parados en parte en la posterior etapa, con un crecimiento menor, según el análisis del Anuario Estadístico de España.
Así pues, analizando este período encontramos una similitud a la situación actual de la España del s.XXI, sobretodo en lo referente a los planes educativos cambiantes a ritmo de elecciones y intermiteriedad de partidos políticos.
Parece, que los españoles no aprendemos del pasado, por lo que la evolución es más dificultosa.

LISTADO DE REFERENCIAS:
- Condorcet 2001, Cinco memorias sobre la instrucción pública y otros escritos. Ed. Morata.
- Informe Quintana 7 de marzo1814 . Dictamen y Proyecto de Decreto sobre el arreglo general de la Enseñanza Pública. 
- Institución Libre de Enseñanza 1876. Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Teodoro Sainz Rueda y Nicolás Salmerón.





 Fig.: Resumen cronológico



martes, 4 de noviembre de 2014

ARTÍCULO B3: DEWEY Y LA PEDAGOGÍA PROGRESIVA


ARTÍCULO 

Dewey y la pedagogía progresiva
1859-1952

John Dewey, pedagogo y filósofo norteamericano descendiente de una familia de agricultores y comerciantes, desarrolló una teoría del conocimiento que analizaba los dualismos apuestos que presentan mente y mundo, y pensamiento y acción que habían servido a la filosofía occidental hasta entonces. Según su teoría, lo importante y definidor del conocimiento era la necesidad de comprobar el pensamiento por medio de la acción.
En la publicación de la revista trimestral Perspectivas, Robert B. Westbrook explica:
Para él, el pensamiento no es un conglomerado de impresiones sensoriales, ni la fabricación de algo llamado “conciencia”, y mucho menos una manifestación de un “Espíritu absoluto”, sino una función mediadora e instrumental que había evolucionado para servir los intereses de la supervivencia y el bienestar humanos.

En caso de Dewey, es complicado hacer una separación entre el filósofo y el pedagogo, ya que elaboró su filosofía en función de los problemas de la educación. Tal y como Rogelio Blanco comenta toda pedagogía requiere una filosofía. La educación orientada conscientemente constituye la praxis del filósofo.
Para Dewey, aplicar los conceptos desarrollados fue tarea ardua al encontrarse en un entorno socio-cultural conservador que criticaba y desconfiaba de la capacidad de sus teorías. Aún así, ofreció al modelo tradicional alternativas educativas con el objetivo de desarrollar la individualidad de cada alumno, de que éste entendiera el mundo presente cambiante para darle valor al momento, y para fomentar la experiencia y destreza como el camino a aprender.
El profesor quedaba en segundo plano, para dar valor al alumno y permitirle formar su conocimiento en primera persona mediante la acción. Un planteamiento educativo completamente apuesto al modelo tradicional que fomentaba la no-opinión para dar lugar a la memorización y los adiestramientos técnicos y la visión estática de la realidad.
Aún hoy, la escuela norteamericana que basa su funcionamiento en los principios de Dewey es punto de mira a críticas negativas y debates sobre sus resultados.

Esté filósofo pragmático, quien fomentaba sus teorías entendiendo las consecuencias como el camino definidor, demostró una creencia total por la practicidad y la utilidad de los sistemas docentes-educativos. Todas sus obras nos revelan este carácter, siempre respetuoso con el valor del pensamiento aunque él no creyera en la metafísica ni el pensamiento desinteresado o abstracto. Títulos como: activismo experimental, teoría del desarrollo universal, experimentalismo, funcionalismo, progresismo, etc. nos ejemplifican las explicaciones de su teoría y su comprensión del sistema educativo que promulgaba.
Así pues, la educación que propone Dewey parte de la experiencia y establece métodos y programas con el mismo hilo definidor. El binomio educación-vida fomentarán la acción y experimentación que Dewey tanto valoraba. Para él, la educación era cuestionada por la vida lo que ofrece una nueva experiencia base para establecer el conocimiento. Por lo tanto, aquello que explica es la adquisición de contenido por logro presente y la exploración de nuevos logros futuros. El pensamiento no es algo espontáneo, sino la causa de algo provocativo, es decir, no se concreta fuera de la acción.

Con esta base teórica, Dewey estableció la experiencia educativa en dos principios íntimamente unidos que llevarían a un resultado dialecto entre el binomio educación-vida:
- El Principio de Continuidad: donde la educación se establece como un proceso continuo de desarrollo
del individuo en todas las dimensiones físicas, intelectuales, éticas, etc.
- El Principio de Interacción: relación activa entre el individuo y la realidad. La educación es la puerta a la relación del todo social.

En el libro publicado que publico el 1916, Democracy and Education, se expone esta relación de contenidos. Sólo analizando el índice encontramos los temas y conceptos que Dewey prioriza para explicar su teoría educativa y de enseñanza. Los primeros capítulos, se centran en la educación en los distintos ámbitos (necesidad de vida, función social, dirección, crecimiento, etc. ) y posteriormente termina con la explicación en términos de experiencia y pensamiento, y del individuo y el mundo y las teorías de la moral y el conocimiento.

Un conjunto de conceptos complejos que Dewey expone sencillamente consiguiendo una comprensión adecuada para entender la revolución que supuso plantear los principios de una escuela progresista tan distante a la existente en aquel entonces.
Actualmente, su teoría se mantiene vigente y son muchos los estudios que plantean los beneficios educacionales de ésta y también las faltas o limitaciones que en la actualidad suponen. Aún así, el trabajo de Dewey para aplicar la filosofía pragmática en la pedagogía supuso un avance en el campo del conocimiento educativo y escolar.

El conocimiento no es algo separado y que se baste a sí mismo, sino que está envuelto en el proceso por el cual la vida se sostiene y se desenvuelve. John Dewey, 1916.


LISTADO DE REFERENCIAS:
-        Blanco Martínez, Rogelio en Revista de Educación, núm. 311 págs. 397-407
-        Dewey, John. Democracy and Education and introduction to the Philosophy of Education, 1916. The Macmillan Company.
-        Westbrook, Robert B. en Perspectivas, revista trimestral de educación comparada. París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación, vol. XXIII, nos 1-2, 1993,págs. 289-305.

lunes, 3 de noviembre de 2014

ARTÍCULO C10. EL TRABAJO POR PROYECTOS CONCEPTOS Y PRINCIPIOS BÁSICOS


ARTÍCULO:
EL TRABAJO POR PROYECTOS CONCEPTOS Y PRINCIPIOS BÁSICOS

El trabajo por proyectos es un método de aprendizaje de uso docente basado en el protagonismo del estudiante, es decir, los alumnos llevan a cabo un proceso de investigación para responder a una pregunta compleja, a un problema o a un cambio, que generalmente ha surgido de forma espontánea, por lo que los estudiantes o alumnos planean, implementan y evalúan investigaciones que tienen aplicación en el mundo real más allá del aula de clase, según explica Rodríguez haciendo referencia a Blank en su
libro Authentic Instruction (1997).
Éstas investigaciones se definen como “proyectos”, un conjunto de actividades organizadas y secuenciadas de tal forma que al final se obtenga un resultado, producto o resolución determinada. Pero lo más importante no es éste producto o resultado final, sino el proceso de aprendizaje y profundización que llevan a cabo los alumnos.

Así que la definición del trabajo por proyectos incluye un método centrado en el estudiante y
dirigido por el estudiante que tiene una estructura definida y clara (inicio, desarrollo y final), con un contenido real y actual, por lo que presenta una clara interrelación entre lo académico, la realidad y las competencias laborales, que se basa en la investigación y propicia la reflexión y autoevaluación del estudiante. Su evaluación es la misma que en otras estrategias de aprendizaje (portafolios, diarios, trabajos, etc. ).

Los orígenes de ésta metodología datan de finales del siglo XIX en Estados Unidos, y viene
documentada con la definición de “esa enseñanza que se basa en el hacer”. El texto “The Proyect Method” (1918) de Kilpatrick, W. H. lanzó a la sociedad estadounidense el concepto y empezó a generalizarse su conocimiento y puesta en práctica, hasta llegar a las escuelas de arquitectura europea (Roma y París), un salto clave para las enseñanzas de ésta disciplina. A principios del s. XX la metodología PBL (Project-Based Learning o ABP) se empezó a impartir en las escuelas públicas.

La metodología del Trabajo por Proyectos se plantea a partir de la realización en grupo de un proyecto o plan, orientando las actividades de clase a la solución de un problema complejo, consiguiendo en los alumnos una mayor autonomía que en las clases tradicionales.


Según expone Lourdes Galeana en Aprendizaje por Proyectos, existen cuatro pasos a seguir para la implementación de una actividad basada en el Trabajo por Proyectos:
1) Inicio: necesario definir el tópico o tema, estableciendo la estructura (metas parciales,
métodos de evaluación, etc.), identificando los recursos, objetivos y grupos de trabajo.
2) Actividades de planteamiento. Equipos: para ubicación y plan prelimitar, compartiendo
conocimientos, y fomentando la retroalimentación con el profesor.
3) Implementación del proyecto: seguimiento de las actividades, el plan de trabajo, la
programación y las metas. Trabajar el aprendizaje colaborativo y la solución cooperativa de
los problemas. Autoevaluaciones, resultados finales, etc.
4) Conclusión: desde la perspectiva de los estudiantes hacer una revisión final junto con una evaluación, presentando el trabajo al profesor y ante toda la clase.


Los objetivos del aprendizaje basado en proyectos quedan definidos en dos grandes apartados:
- La Motivación: generar en los alumnos una actitud participativa e implicación hacia su entorno y sus necesidades, y fomentar la búsqueda como herramienta diaria para la adquisición de conocimientos nuevos.
- Los Conocimientos: fomentar el desarrollo de conocimientos tanto declarativos como
instrumentales, formando a personas capaces de interpretar los fenómenos y los acontecimientos que ocurren a su alrededor, entendiendo la globalidad del aprendizaje y su transversalidad.

Por lo que se pretende conseguir y fomentar la adquisición de conocimientos junto con las
habilidades básicas, resolviendo problemas de toda índole y llevando a cabo distintas tareas con todo lo adquirido.

Todos éstos objetivos pretenden preparar a cada estudiante para su desarrollo profesional. Según los distintos autores que describen el trabajo por proyectos y su metodología, la finalidad última va muy focalizada al aprendizaje para un buen desarrollo en el mundo laboral. Así que las competencias relativas a la colaboración, planeación de proyectos, toma de decisiones y manejo del tiempo, son las básicas a desarrollar.

Con el trabajo por proyectos se aumentan también las habilidades sociales y de comunicación, así como los mecanismos de colaboración para construir conocimiento. Es decir, utiliza el aprendizaje colaborativo para la adquisición de este conocimiento necesario, permitiendo a los estudiantes compartir ideas entre sí, expresar sus propias opiniones y negociar soluciones. Todo aquello base para el desarrollo en un puesto de trabajo.

Aún así, al ser un aprendizaje requiere de un “profesor experto” que guíe el desarrollo, al igual que (como hemos comentado anteriormente) una estructura de desarrollo muy clara. Desventajas que se unen a la dificultad que presenta encontrar la manera de conseguir cuadrar las distintas materias y horarios de aprendizaje (normalmente el trabajo por proyectos une distintas disciplinas-materias, con los respectivos profesores y clases), y también la posible controversia generada en los contenidos aceptados de los proyectos por el vivir de una sociedad multicultural.
Pequeños matices que quedan a la sombra de la gran cantidad de beneficios educativos que el trabajo por proyectos ofrece y que ya hemos comentado en los párrafos anteriores.

El Aprendizaje Basado en Proyectos supone un reto para la interdisciplinaridad pues permite adquirir conocimientos propios de las diversas áreas o disciplinas educativas. Lo más interesante y, como opinión personal, más óptimo para la sociedad actual es que en esta metodología los maestros trabajan con grupos de niños que tienen diferentes estilos de aprendizaje, antecedentes étnicos y culturales y niveles de habilidad y ofrecen la posibilidad de que éstos adquieran mayor autonomía y capacidad de decisión en
el su desarrollo personal. El enfoque de enseñanza uniforme actual y clásico no ayuda a que todos los estudiantes alcancen estándares altos; mientras que esta estrategia educativa integral construye sus fortalezas individuales y les permite explorar sus áreas de interés y de realización personal.

Y por último, acabar con la frase de J. Dewey (1916) que dice: El conocimiento no es algo separado y que se baste a sí mismo, sino que está envuelto en el proceso por el cual la vida se sostiene y se desenvuelve.


LISTADO DE REFERENCIAS:

- Blank, W. (1997). Authentic Instruction. In W.E. Blank & S. Harwell (Eds.), Promising practices for connecting high school to the real world (pp. 15–21). Tampa, FL: University of South Florida.
- Rodríguez Fernández, M. C. (2006). Proyecto de Innovación Docente: LA ADQUISICION DE COMPETENCIAS EN LA MATERIA DE ATLETISMO A TRAVES DE METODOLOGÍAS ACTIVAS: EL APRENDIZAJE POR PROYECTOS. Publicado por la Universidad de Sevilla.
- Galeana, L. (2009). APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS. Publicado por la  Universidad de Colima. México.