AED - B3


ARTÍCULO 
Dewey y la pedagogía progresiva
1859-1952

John Dewey, pedagogo y filósofo norteamericano descendiente de una familia de agricultores y comerciantes, desarrolló una teoría del conocimiento que analizaba los dualismos apuestos que presentan mente y mundo, y pensamiento y acción que habían servido a la filosofía occidental hasta entonces. Según su teoría, lo importante y definidor del conocimiento era la necesidad de comprobar el pensamiento por medio de la acción.
En la publicación de la revista trimestral Perspectivas, Robert B. Westbrook explica:
Para él, el pensamiento no es un conglomerado de impresiones sensoriales, ni la fabricación de algo llamado “conciencia”, y mucho menos una manifestación de un “Espíritu absoluto”, sino una función mediadora e instrumental que había evolucionado para servir los intereses de la supervivencia y el bienestar humanos.

En caso de Dewey, es complicado hacer una separación entre el filósofo y el pedagogo, ya que elaboró su filosofía en función de los problemas de la educación. Tal y como Rogelio Blanco comenta toda pedagogía requiere una filosofía. La educación orientada conscientemente constituye la praxis del filósofo.
Para Dewey, aplicar los conceptos desarrollados fue tarea ardua al encontrarse en un entorno socio-cultural conservador que criticaba y desconfiaba de la capacidad de sus teorías. Aún así, ofreció al modelo tradicional alternativas educativas con el objetivo de desarrollar la individualidad de cada alumno, de que éste entendiera el mundo presente cambiante para darle valor al momento, y para fomentar la experiencia y destreza como el camino a aprender.
El profesor quedaba en segundo plano, para dar valor al alumno y permitirle formar su conocimiento en primera persona mediante la acción. Un planteamiento educativo completamente apuesto al modelo tradicional que fomentaba la no-opinión para dar lugar a la memorización y los adiestramientos técnicos y la visión estática de la realidad.
Aún hoy, la escuela norteamericana que basa su funcionamiento en los principios de Dewey es punto de mira a críticas negativas y debates sobre sus resultados.

Esté filósofo pragmático, quien fomentaba sus teorías entendiendo las consecuencias como el camino definidor, demostró una creencia total por la practicidad y la utilidad de los sistemas docentes-educativos. Todas sus obras nos revelan este carácter, siempre respetuoso con el valor del pensamiento aunque él no creyera en la metafísica ni el pensamiento desinteresado o abstracto. Títulos como: activismo experimental, teoría del desarrollo universal, experimentalismo, funcionalismo, progresismo, etc. nos ejemplifican las explicaciones de su teoría y su comprensión del sistema educativo que promulgaba.
Así pues, la educación que propone Dewey parte de la experiencia y establece métodos y programas con el mismo hilo definidor. El binomio educación-vida fomentarán la acción y experimentación que Dewey tanto valoraba. Para él, la educación era cuestionada por la vida lo que ofrece una nueva experiencia base para establecer el conocimiento. Por lo tanto, aquello que explica es la adquisición de contenido por logro presente y la exploración de nuevos logros futuros. El pensamiento no es algo espontáneo, sino la causa de algo provocativo, es decir, no se concreta fuera de la acción.

Con esta base teórica, Dewey estableció la experiencia educativa en dos principios íntimamente unidos que llevarían a un resultado dialecto entre el binomio educación-vida:
- El Principio de Continuidad: donde la educación se establece como un proceso continuo de desarrollo
del individuo en todas las dimensiones físicas, intelectuales, éticas, etc.
- El Principio de Interacción: relación activa entre el individuo y la realidad. La educación es la puerta a la relación del todo social.

En el libro publicado que publico el 1916, Democracy and Education, se expone esta relación de contenidos. Sólo analizando el índice encontramos los temas y conceptos que Dewey prioriza para explicar su teoría educativa y de enseñanza. Los primeros capítulos, se centran en la educación en los distintos ámbitos (necesidad de vida, función social, dirección, crecimiento, etc. ) y posteriormente termina con la explicación en términos de experiencia y pensamiento, y del individuo y el mundo y las teorías de la moral y el conocimiento.

Un conjunto de conceptos complejos que Dewey expone sencillamente consiguiendo una comprensión adecuada para entender la revolución que supuso plantear los principios de una escuela progresista tan distante a la existente en aquel entonces.
Actualmente, su teoría se mantiene vigente y son muchos los estudios que plantean los beneficios educacionales de ésta y también las faltas o limitaciones que en la actualidad suponen. Aún así, el trabajo de Dewey para aplicar la filosofía pragmática en la pedagogía supuso un avance en el campo del conocimiento educativo y escolar.

El conocimiento no es algo separado y que se baste a sí mismo, sino que está envuelto en el proceso por el cual la vida se sostiene y se desenvuelve. John Dewey, 1916.


LISTADO DE REFERENCIAS:
-        Blanco Martínez, Rogelio en Revista de Educación, núm. 311 págs. 397-407
-        Dewey, John. Democracy and Education and introduction to the Philosophy of Education, 1916. The Macmillan Company.
-        Westbrook, Robert B. en Perspectivas, revista trimestral de educación comparada. París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación, vol. XXIII, nos 1-2, 1993,págs. 289-305.





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