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Figura 1. Fuente: http://ranculcheenlapampa.blogspot.com.es/


ARTÍCULO 
ORÍGENES DEL SISTEMA ESPAÑOL DE EDUCACIÓN EN ESPAÑA
1812-1874


En el análisis y estudio de esta etapa temprana de la educación, momento de consolidación y establecimiento de las bases de la actual situación educativa, es normal encontrar un periodo lleno de discontinuidad y confrontaciones.
Como primer concepto, es importante entender la situación política de este siglo, los principales puntales poderosos y las tendencias ciudadanas y culturales aparecidas.
En primer lugar los antecedentes, siempre influyentes en cualquier etapa histórica en modo de “background”, fueron los Ilustrados: un movimiento que determinó como principios de una sociedad desarrollada y capaz de afrontar futuros de cambio y evolución, la funcionalidad de la economía y el carácter social para un desarrollo del programa educativo, y estableció reformas para extender y mejorar la instrucción elemental junto con la creación de establecimientos docentes para difundir estas premisas (utilitarias).
En ese momento se formularon las bases de formación de un plan general de instrucción pública (Jovellanos 1809).
Así pues, con ésta base social-educativa donde se establecía la funcionalidad de la enseñanza para crear una sociedad preparada en los campos económicos y laborales, empezó una segunda etapa basada en el desarrollo de la nueva sociedad liberal.

Las Cortes de Cádiz (1812)  estuvieron determinadas por la creación de unos proyectos definitorios de educación, abordándolos como un problema nacional. Creían que la educación era la fuente de progreso destinada a la regeneración económica de la sociedad (base para conseguir la felicidad de los individuos) y el agente principal para la construcción del nuevo régimen. Unos principios utópicos por aquel entonces, cuando la Iglesia y los absolutistas siempre presentes e influyentes iban saltando al poder intermitentemente con ellos, los liberales.
Como coetáneos se establecieron los revolucionarios franceses liderados por Condorcet, promulgando sus ideas político-pedagógicas, una de las cuales era la importancia de la “difusión y democratización de la enseñanza, para contribuir a formar sujetos autónomos”( Cinco memorias sobre la instrucción pública y otros escritos 2001).
Posteriormente, en el año 1813, constituyeron el Informe Quintana, seguido por el dictamen del Decreto para el Arreglo General de la Enseñanza Pública 1814 y el Reglamento General de Instrucción Pública 1821, generando el Primer Corpus, estructura del sistema nacional de educación.
Estableció el sistema de enseñanza estatal pública uniforme y gratuita, conviviendo con la enseñanza privada, donde el gobierno intervenía para garantizar el respeto a los principios religiosos, monárquicos y constitucionales. También determinó el primer diseño de la organización del sistema escolar en 3 niveles (1a enseñanza/ 2a enseñanza / 3a enseñanza) donde se distribuía el aprendizaje de los niños siempre basado en la literatura – lengua, las matemáticas – cálculo y las máximas religiosas junto con la parte moral y el comportamiento cívico. Un currículo muy focalizado y controlado por la Iglesia, con el fin de hacer crecer una sociedad afín al sistema político y religioso dado por aquel entonces.
Título primero. Bases generales de la enseñanza pública
Art. 1. Toda enseñanza costeada por el Estado será pública.


Art. 2. La enseñanza pública será uniforme. 


[…]

Título II. División de la enseñanza
Art. 7. La enseñanza se divide en primera enseñanza, segunda y tercera.
                                   
Informe Quintana (1814)

Esta primera escolarización se focalizaba en la enseñanza del género masculino y mantenía las bases conservadoras aún ubicándose en un período de revolución liberal. Lo que establecía para las niñas, era una educación privada, es decir, accesible para muy pocos, que basaba su currículo en la enseñanza de la moralidad y la domesticidad, con prácticas a la lectura y escritura y las “labores de su sexo”.
En este momento, queda muy clara la participación de la Iglesia, y su influencia en todos los ámbitos, siempre consiguiendo el control de la educación y adoctrinación, aún siendo progresistas los pertenecientes al bando del poder político.
La burguesía también ejerció un papel importante en este establecimiento del nuevo sistema educativo, focalizando los estudios privados superiores de tercera enseñanza a sus propios fines para conseguir una segunda sociedad rica e formada, superior al pueblo.
A partir del 1824 aparecieron por años consecutivos distintos planes y reglamentos que centralizaban la educación a un sistema más absolutista. Tadeo Calomarde fue el impulsor con el Plan Literario de Estudios y Arreglo general de las Universidades del Reino, que centralizó la educación a favor de la política de control ideológico absoluto, determinado un sinfín de aspectos de la organización escolar, como los programas educativos, métodos, exámenes, calendarios, etc.
Posteriormente, en estos planes y nuevos reglamentos aparecidos, se entregó completamente la educación elemental a la Iglesia, volviendo a la mentalidad del Antiguo Régimen, ya más que pasada.

El 1833 hay una ciclo de ruptura con el Antiguo Régimen, aparecen alternativas políticas y se establece un período de equilibrio y combinación entre progresistas y moderados. Modernización de la economía, nuevas estructuras político-escolares… y se escribe un nuevo Plan de Instrucción pública inspirado por Quintana, que no es aceptado. Parece que el absolutismo y las doctrinas controladoras nada liberales aún sigue presente.

Por otro lado, se constituyen las Escuelas Normales, instituciones creadas para la formación profesional de los maestros, que incluye en el currículo dibujo lineal e historia natural, materias que no se habían valorado hasta entonces. Aún así, el acceso de los adultos a estas escuelas, estaba completamente determinado a su ideología, carácter moral, etc. con intención de conseguir una educación afín al poder político. También, a posteriori y por consiguiente, La ley Moyano de 1857 es un nuevo paso a una sociedad más liberal, la que promovió la aparición de la mujer en el ámbito del profesorado.
Pero no es hasta el Plan Pidal de 1845 que la Iglesia pierde el poder en la educación. Otro paso más a la educación liberal del pueblo, que se ve entorpecido por el concordato del Estado y la Santa Sede el año 1851, cuando ésta recibe la posibilidad de inspección de toda la enseñanza, entre otros aspectos.

Aún así, durante el bienio progresista de 1854-1856, tal y como hemos introducido en el párrafo anterior, La Ley Moyano (Ley de Instrucción Pública), hace una sintetización de todas las iniciativas educativas, estableciendo unos principios base que mejorarían toda la organización educativa. Puntos importantes son la gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza elemental y los niveles escolares que seguían una estructura que hacía una distinción entre los estudios generales y de aplicación (siempre a favor de tener una sociedad preparada para el mundo laboral).

La aparición del krausismo es el punto más importante de este establecimiento del sistema educativo. Un movimiento que promulga la libertad de cátedra, la indagación científica y unos valores éticos y pedagógicos que aún en día son vigentes: la tolerancia, regeneración social, etc.
Institución Libre de Enseñanza:
Bases de estas reformas son:
1ª Los alumnos no estudian asignaturas aisladas, sino que se dividen por secciones conforme el grado de desarrollo, y lo menos numerosos posible, para que el maestro pueda comunicar diariamente con todos sus discípulos y hacerles tomar parte activa en el trabajo.

Este análisis de la educación en el primer período de consolidación acaba en el Sexenio Revolucionario (1868-1874) cuando socialmente es la burguesía progresista quien controla el poder y la política educativa queda definida por las premisa del krausismo: libertad de expresión y de cátedra, libertad de creación de centros, abandono del centralismo y de la uniformidad, reforma universitaria, etc. Pero uno de los puntos más importantes es el de la enseñanza secundaria, ya no focalizada para los pudientes, sino pasa a ser una prolongación de la enseñanza elemental, lo que no se centra en aquellos alumnos que les espera un futuro universitario, sino que el currículo pasa a ser para todos “los ciudadanos ilustrados”.
Así, que estos últimos años, dejan el sistema educativo con una estructura sólida de organización, promulgando la libertad de enseñanza y extendiendo el segundo nivel a todos, dando también un nuevo enfoque universitario.
Un final próximo al inicio pero surgido por un sinfín de reformas, discontinuidades, cambios de enfoque y líneas de pensamiento, etc. que quedan reflejados en las estadísticas de escolarización, donde se analizan unos buenos inicios, con mucha implementación del sistema educativo y escolarización, que se ven parados en parte en la posterior etapa, con un crecimiento menor, según el análisis del Anuario Estadístico de España.
Así pues, analizando este período encontramos una similitud a la situación actual de la España del s.XXI, sobretodo en lo referente a los planes educativos cambiantes a ritmo de elecciones y intermiteriedad de partidos políticos.
Parece, que los españoles no aprendemos del pasado, por lo que la evolución es más dificultosa.

LISTADO DE REFERENCIAS:
- Condorcet 2001, Cinco memorias sobre la instrucción pública y otros escritos. Ed. Morata.
- Informe Quintana 7 de marzo1814 . Dictamen y Proyecto de Decreto sobre el arreglo general de la Enseñanza Pública. 
- Institución Libre de Enseñanza 1876. Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Teodoro Sainz Rueda y Nicolás Salmerón.



Figura 2. Mapa Conceptual


Figura 3. Índice cronológico

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